
Abogado y escritor
EL ANDAR DE UNA VIDA
(Biografía)
PRÓLOGO
Rodrigo Eloy Lares Bassa, de 23 años de edad, cursante del 5to. Año de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y quien pronto obtendrá el Título de Abogado, ha escrito un libro que se titula “El andar de una vida” donde relata la biografía de su abuelo paterno, el doctor Eloy Lares Martínez, y me ha solicitado que a manera de prólogo escribiera algunas líneas acerca de su contenido y aún cuando lo juzgo innecesario, pues el simple enunciado de la obra sugiere su contenido, me es grato hilvanar algunas frases al respecto, pues estimo que la distinción que me hace lo es por el aprecio y amistad que me vincula con su mencionado abuelo.
Conozco al doctor Eloy Lares Martínez desde los ya lejanos días de nuestra vida de estudiantes, pues fuimos compañeros de estudios de Derecho en la Universidad Central de Venezuela, la que para entonces funcionaba en la antigua e histórica Casona de San Francisco, actualmente asiento de las Academias Nacionales.
Ingresamos en las aulas universitarias a principios del año 1930, egresando de ellas después de haber obtenido el título de doctor en Ciencias Políticas y Sociales en el año 1935, en víspera de la transformación social y política que se opera en el país con motivo de la muerte del general Juan Vicente Gómez, presidente de la República, siendo designado para sucederle el general López Contreras. Aún cuando el general López Contreras provenía de las filas del gomecismo, su estilo de gobierno, inspirado en principios democráticos y en el culto al Libertador, impuso un nuevo orden y realizó obras de alto alcance nacional.
Entre sus realizaciones sociales de mayor relieve caben señalar la creación de la Oficina Nacional del Trabajo, el Ministerio del Trabajo y de Comunicaciones, el Decreto sobre Participaciones de los Trabajadores en las utilidades de la empresa y su solicitud al Congreso Nacional para que redujera de siete a cinco años el período presidencial para el cual había sido designado.
De esta época estudiantil conservo cálidas y emotivas remembranzas. La Caracas de entonces no era la ciudad hostil y agresiva de nuestros días, sino una ciudad de ambiente provinciano con clima benigno, gente cordial y generosa y una población de escasos 200.000 habitantes, en contraste total con la metrópolis actual.
En ese ambiente se inició nuestra amistad que se ha estrechado con el transcurso del tiempo, por lo que bien puedo testimoniar los excepcionales dotes intelectuales y humanos de Eloy Lares Martínez.
El año 1942 Eloy contrajo matrimonio con Doña Hilda Monserratte Pérez, dama de aquilatadas virtudes, natural de Ciudad Bolívar, en cuyo matrimonio han procreado cinco hijos quienes actualmente son distinguidos profesionales.
Lares Bassa se remonta en su narración a los días escolares de su abuelo en Carúpano y refiere la tragedia del terremoto de 1929 en Cumaná donde pereció su hermana Julieta, de 18 años de edad, suceso luctuoso que lo afectó profundamente.
Por las páginas del relato desfilan acontecimiento y referencias a personajes notables de la época tales como la incursión del general Román Delgado Chalbaud, quien comandando el vapor Falke desembarcó en el Estado Sucre y resultó muerto de una refriega.
Prolijamente describe las diversas actividades de Lares Martínez y las variadas funciones que ha desempeñado en el acontecer venezolano.
El erudito escritor Arturo Uslar Pietri conceptúa que los antepasados constituyen una obligación que solamente se paga con la vida misma. Consecuente con este concepto, Lares Bassa demuestra con sus páginas la gratitud, afecto y admiración que le merece la decorosa vida de su aludido antepasado.
El autor Rodrigo Eloy Lares Bassa proviene de una estirpe de juristas en la que sus antepasados, padres, abuelos y otros miembros de la familia se han dedicado al ejercicio profesional de la abogacía, elección profesional esa que nos induce a pensar que siguiendo las enseñanzas del maestro uruguayo Eduardo Couture, ellos han tenido “fe en el derecho como el mayor instrumento para la convivencia humana; en la justicia como destino normal del derecho, y en la paz como sustituto bondadoso de la justicia; y sobre todo, fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia, ni paz”.
La gratitud, hermosa virtud calificada como el recuerdo del corazón, es el sentimiento que inspira y anima las páginas de esta producción de Lares Bassa.
Victor M. Alvarez
Caracas, 1999
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FAX
De: Tomás Polanco Alcántara
Para: RODRIGO ELOY LARES BASSA
Recibí, examiné y leí atentamente tu hermoso libro EL ANDAR DE UNA VIDA, Biografía del doctor Eloy Lares Martínez.
Es un libro hermoso, porque está escrito con un evidente afecto, que aunque no debe ser normal característica del biógrafo respecto al biografiado, en este caso particular era necesidad imprescindible. Tu cariño por el abuelo, en sus aspectos humano, normal, de hombre de familia, de ciudadano ejemplar, de venezolano de prestancia, tiene un rasgo pedagógico. No es frecuente que un abuelo no solamente suscite en sus nietos sentimientos de esa clase sino que quieran expresarlos como tú lo haces.
Tu libro es hermoso, porque está escrito, con lenguaje adecuado, sencillo, preciso, que substituye el calificativo por la descripción.
Tu libro es hermoso, porque resulta útil, pues desde años vivimos un tiempo de negación o desconocimiento de los personajes valiosos de nuestra Venezuela y tú resaltas, con formas precisas, la personalidad de uno de ellos.
Tu libro es hermoso, porque permite ver como un muchacho venezolano, sin padre, con muy pocos o casi ningún recurso, pudo abrirse paso en la vida, luchando no contra nadie sino a favor de una mejor sociedad.
Tu libro es hermoso, porque para un abogado de nuestros tiempos es reconfortante ver que se puede llegar a la edad de tu abuelo, ejerciendo la profesión y desempeñando todas las más altas funciones propias de un abogado con honestidad, eficiencia, altura y dignidad tal como lo hizo Eloy Lares Martínez.
Muchas gracias por tu obsequio y gracias también por la alusión a mi persona que aparece en la obra.
Un abrazo de tu amigo,
Tomás Polanco Alcántara
Caracas, 16 de noviembre de 1999
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Para el jóven
RODRIGO ELOY LARES BASSA
Ciudad.-
Mi querido nieto:
Tengo el agrado de dirigirte estas líneas, para expresarte mi reconocimiento por tus reiteradas manifestaciones de afecto hacia mí, que han culminado en el trabajo biográfico en vías de publicación.
Debo decirte que tu cariño hacia mí te conduce a exagerar los méritos que yo pueda tener. Con toda sinceridad debo decirte que no veo en la historia de mi vida hechos de tanta importancia que justifiquen la preparación de una biografía. Creo haber sido un luchador, haber escalado honestamente ciertas posiciones en la vida de mi país, no obstante la muerte prematura de mi padre, anterior a mi nacimiento, y la escasez de recursos de mi admirable progenitora. Pero sólo hasta allí llegan mis méritos. No los considero suficientes para justificar una biografía.
Tu cariño ha llegado a sobrestimarme, y te ha conducido a preparar con entusiasmo ese libro.
Te deseo querido nieto, la mayor felicidad en el curso de tu vida, y el mayor éxito en las actividades profesionales que empezarán muy pronto, y en todas las luchas que emprendas. Dios te bendiga.
Tu abuelo,
Eloy Lares Martínez
Caracas, 1 de septiembre de 1999